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Yo tengo la razón, los demás están equivocados

Y surgió el amor...

Y surgió el amor... Y no hablo de mí, que podría ser también, pero no. Como ya sabéis imparto clases de música a individuos de no mucha edad, pero este año sigo marcando metas a corto plazo y mi objetivo son los pitufos que asisten los sábados de 1 a 2 a la clase de música y movimiento. El más joven de ellos tiene 4 inocentes añitos y el mayor 7 maquiavélicos de los citados períodos. Como es de suponer, me vuelvo loca. Cada sábado me regalan algo nuevo y con eso me refiero tanto a lo bueno como a lo malo, of course. Y el sábado pasado acaeció lo que a continuación os voy a relatar. Resulta que mi clase la componen los siguientes bichosquenosondeesteplaneta:
Dani (4 años)
Los trillizos Lois, Antía y Xiana (5 años)
Álex (5 años)
Antía (7 años)
y temporalmente, aunque por poco tiempo, por suerte para ellos Hugo y Sara (de 8 y 10 añitos)
La sumatoria de todos ellos es una bomba de relojería, y no exagero.

Pues estaba yo enseñándoles a cantar una cancioncita, vamos, lo mítico [mi hormiguita coja hoy no puede ni andar porque se le ha roto la pata de atrás; una golondrina la quiere ayudar, súbete a mi pico y podrás volar]y observé con estos ojos conjuntivíticos que Dios me dio que Lois y Antía (la no trilliza) mantenían un contacto verbal poco habitual entre ellos, pero no le di demasiada importancia porque ya se sabe que los niños se relacionan con una facilidad pasmosa (como yo!). Pero llegó un momento en que Antía declaró a voz en grito, sin exclusiva ni nada que Lois era su novio. En ese momento, yo tenía en mi pierna sentada a Xiana, la hermana del susodicho, que es la tímida, la buena y la tranquila, en definitiva, de los tres. Y me miró fijamente como diciéndome /mi hermano loqueó/. El desconcierto fue general. Lo mejor de todo el asunto es que seguimos cantando la canción de la hormiguita pero hubo una centésima de segundo (no más porque no pude aguntar una sonrisa que poco a poco se convirtió en una leve carcajada) en el que mi mirada se clavó en la recién estrenada pareja y allí estaban los dos cantándose mutuamente, cual quinceañeros enloquecidos, la canción de la hormiguita, como si fuese el bolero más hortera de Luis Miguel. En fin, yo no aguanté la carcajada, porque la verdad es que ni cuanta se dieron, únicamente Xiana, que seguía sentada en mi pierna, me lanzó una mirada cómplice y las dos volvimos a esbozar otra sonrisilla. Luego se llamaban amor y cariño y allá se fueron al acabar la clase, pasillo alante, agarraditos de la mano.

Así son las cosas, de verdad, que yo creía que no me quedaba nada por ver en cuestión de niños pequeños, pero no, craso error, me quedaba y lo que te rondará morena...

5 comentarios

Na -

mala pécora! no soy pederasta, bruja, mira, por no llamarte algo peor, que este blog es muy, pero q muy decente. AJJJJJJJJJJJJJJRRRRRRRR me tienes mu negra ;)

PEDERASTA -

Buttercup -

Ah, qué bonito es el amor...
Me voy a aprender las notas: do-re-mi-fa-zol-la-zi-do XD

pablito -

Esos niños tienen que ser muy simpáticos,a ver si algun día voy a darte una visitilla mientras das clase y te cojo de la manito y te canto la canción de la hormiguita,jeje!!!Y te cojo de la manito y te llamo cariño y esas cosas y así los niñitos aprenden de los mayores y esas cosas.....(aunque no demasiado que ya se sabe)
P.D:Por cierto,que x si alguién lo lee,supongo que sabrá que soy el novio de la dueña de este blog,jeje!!!Na más,que la quiero mucho,pero que el resto ya se lo diré a ella a la carita esa bonita que tiene...BYE BYE

Anónimo -